En medio de una serie de acontecimientos marítimos recientes, surge una controversia que busca ensombrecer los innegables avances que la adhesión de Ecuador a la CONVEMAR promete tanto para el país como para sus habitantes. Es crucial, por lo tanto, desentrañar la falacia que sostiene que esta decisión ha resultado en la pérdida de más de un millón de kilómetros cuadrados de mar territorial. Este artículo se propone no solo refutar el mito, sino también poner en relieve algunos de
los innumerables beneficios que la pertenencia de Ecuador a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar conlleva para la nación.